Los problemas de procesamiento auditivo se producen cuando una persona escucha los sonidos del habla, pero no percibe su significado correctamente. A veces, la no comprensión del habla es interpretada como una falta de voluntad o de interés por los demás.
A los niños se les califica como “desobedientes”; y a los adultos como “distraídos”. En realidad nadie asume este carácter voluntariamente. Hay una causa subyacente a dicha conducta; y en gran medida, puede ser provocado por un procesador auditivo de baja calidad.
Nuestra manera de oír dice mucho de nuestra forma de ser.