Antes de aplicar el programa, se intenta partir de los datos de una evaluación auditiva lo más minuciosa posible.
Se trata de saber cómo es la calidad de la audición. Agudeza y uniformidad en los umbrales de percepción, distorsiones, discriminación, lateralidad, tiempo de respuesta, nitidez en la percepción y seguridad en las respuestas.
De forma subjetiva, especialmente en niños pequeños o personas cuyas respuestas no sean del todo fiables, podemos contar con mucha información, basándonos en la observación comportamental.
Los resultados de la evaluación nos acercan a la calidad auditiva de la persona, para decidir la fórmula más conveniente en la que se debe regular el equipo electrónico, con el fin de tener más posibilidades de corregir las anomalías.
El programa consta de 20 sesiones de audición musical que duran 30 minutos cada una, dejando un intervalo mínimo de 3 horas entre cada sesión. Se reciben 2 sesiones diarias durante 2 semanas consecutivas.
La tecnología empleada es la siguiente: por medio de auriculares, se escucha una música especialmente seleccionada, que pasa a través de un modulador de frecuencias, ofreciendo al cerebro una rica gama de sonidos graves y agudos, fuertes y suaves, con una alternancia continua e impredecible para evitar que el cerebro se habitúe y mantenerlo en alerta.
Se harán comprobaciones audiométricas al concluir la primera mitad del tratamiento y al finalizar.